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Mi barrio.

 Vivo en un complejo de 8 edificios , con 6 pisos y departamentos desde el A hasta el D.

Todas las torres son casi iguales, tienen pequeñas diferencias. El tono de la pintura varía según su antigüedad, pero más allá de eso son todas bastantes similares. Dos parrillas, dos piletas y mucho verde. 



Encerrados con rejas enormes , portones gigantes, cámaras de seguridad, guardia en la entrada. 



Hace unos días pedí comida por Deliber y, me insistieron en que no abra la puerta, hay una ventana que de a la calle, dispuesta en la misma reja. Así te dejan el paquete en el buzón que cuelga de esa ventana y solo tenes que abrir y recoger lo que pediste. Cero contacto, menos riesgos.

Afuera de todo este castillo custodiado, la calle es tan normal como siempre, edificios y casas. Mi calle está toda tomada por semejante fortaleza de metal donde vivo. Llegando a una de las esquinas, un pequeño almacén. Es auto servicio, y los precios son bastante más caros, pero juro que las media lunas y el pan valen pagar unos pesos extra. Venden de todo, casi no tenes que ir a otro lugar a comprar: despensa, panadería, artículos de limpieza, de perfumería, carnicería...

Llegando a la otra esquina, una casa gigante adorna la cuadra. Es de dos pisos,  con cámaras de seguridad en la entrada, un porto inmenso te da la bienvenida, y las rejas te marcan hasta donde podes pasar. Vive una señora muy rubia,  y muy coqueta. Siempre baja de su camioneta hablando por celular, sosteniendo mil bolsas de compras en una mano, y en la otra su bolso gigante de prune. Nunca mira cuando baja, y a veces se olvida de cerrar la puerta del monstruo que tiene de camioneta.

En mi complejo trabajan más de 25 personas, se van turnando que torre les toca limpiar. Conozco a un par, no de nombre solo de saludar al pasar. Van y vienen todo el día, mantienen tanto los edificios como el espacio común. Nos controlan, tenemos reglas, un código de convivencia y se lo toman muy en serio. Hacen respetar las reglas mientras mantienen la estética del lugar.

Hace poco pusieron un cartel en frente del complejo, en una casa bastante chiquita, el cartel decía: "plancho a pedido" . Se que vive una señora que se ve bastante mayor, la vi sacando la basura un par de veces.

En mi torre, en el primer piso, siempre hay olor a perro mojado,  la señora del 1 B tiene un golden.

En frente de mi departamento no vive nadie, lo sé por la cantidad de documentos y facturas de servicios acumulados en el picaporte de la puerta.

Mi departamento me parece muy lindo, apenas hace un mes me mudé, pero me doy mi toque. Tengo mis pequeños detalles que hacen que este es mi hogar. Siempre que puedo compro flores para adornar la mesa del comedor, que está justo al lado del living,  en realidad es un mismo ambiente, dividido por la decoración que proporciona funcionalidad a los distintos espacios y los diferencia.




 Justo saliendo del living, un ventanal gigante te da la bienvenida al balcón, que por culpa de mi gato tuve que cerrar con una reja de tanza, es que se cree Superman y quiere volar. Mi habitación es pequeña, lo justo y necesario, y podría decir que lo que más me gusta son las luces que adornan el respaldo de la cama. Lo único malo es que dan justo a la plaza que esta dentro del mismo complejo, y puedo escuchar a los niños jugar como si estuvieran dentro de mi departamento.



Esta es mi casa, mi hogar, donde paso la mayor cantidad de tiempo, lo amo por que es mi lugar seguro, tranquilo y en paz. 


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